EL VUELO DE LAS NARCOPALOMAS
Presos bosnios utilizaban palomas mensajeras para abastecerse de droga
Los reclusos se abastecían de cocaína y heroína utilizando aves, cuya cría les había sido permitida como una forma de "terapia laboral".
Las autoridades de una cárcel de Zenica, en la Bosnia central, descubrieron que cuatro prisioneros habían logrado amaestrar a varias palomas mensajeras que les llevaban la droga hasta la prisión en saquitos sujetos a sus patas.
Así, los presos se abastecían de cocaína y heroína utilizando palomas mensajeras, cuya cría les había sido permitida como una forma de "terapia laboral".
El subdirector de la institución Josip Pojavnik, una de las tres penitenciarias con medidas especiales de seguridad que hay en el país balcánico, relató hoy estos hechos en el diario bosnio "Nezavisne novine".
Pojavnik explicó que todo comenzó cuando se permitió a ese grupo de presos dedicarse a la colombofilia como forma de terapia laboral y se destapó cuando los reclusos fueron sometidos a un control de consumo de droga en el que dieron positivo.
Los responsables penitenciarios creen que frente a su gesto tolerante al permitirles la cría de palomas "ellos han abusado de nuestra confianza de la peor manera posible, para abastecerse de droga", comentó el funcionario.
"Aleccionada por este caso, la dirección ha decidido cerrar el palomar", dijo Pojavnik y añadió que "en adelante los prisioneros podrán ver palomas sólo volando en el cielo".
Los ornitólogos han advertido de que los prisioneros han tenido otros cómplices aparte de las palomas, que les ponían la droga y las dejaban volver con su carga a la penitenciaria.
Así, los presos se abastecían de cocaína y heroína utilizando palomas mensajeras, cuya cría les había sido permitida como una forma de "terapia laboral".
El subdirector de la institución Josip Pojavnik, una de las tres penitenciarias con medidas especiales de seguridad que hay en el país balcánico, relató hoy estos hechos en el diario bosnio "Nezavisne novine".
Pojavnik explicó que todo comenzó cuando se permitió a ese grupo de presos dedicarse a la colombofilia como forma de terapia laboral y se destapó cuando los reclusos fueron sometidos a un control de consumo de droga en el que dieron positivo.
Los responsables penitenciarios creen que frente a su gesto tolerante al permitirles la cría de palomas "ellos han abusado de nuestra confianza de la peor manera posible, para abastecerse de droga", comentó el funcionario.
"Aleccionada por este caso, la dirección ha decidido cerrar el palomar", dijo Pojavnik y añadió que "en adelante los prisioneros podrán ver palomas sólo volando en el cielo".
Los ornitólogos han advertido de que los prisioneros han tenido otros cómplices aparte de las palomas, que les ponían la droga y las dejaban volver con su carga a la penitenciaria.
Fuente: El Mostrador
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